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Memoria

El lugar objeto de intervención se sitúa en el sur de la isla, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, en la población de El Tablero.

El núcleo de El Tablero surge vinculado a los cultivos agrícolas desarrollados en la zona, a principios del siglo XX. Tras el auge turístico de Maspalomas a partir de los años sesenta, la población, si bien no integra áreas hoteleras, su crecimiento ha venido influenciado por la actividad turística cercana.

Sin embargo, aunque la actividad agrícola haya disminuido notablemente, las diferentes fiestas del pueblo, entre ellas La Zafra, siguen conmemorando aquellas actividades agrícolas que dieron origen al asentamiento. Es por ello que creemos que nos ubicamos a medio camino entre un núcleo predominantemente agrícola y la actividad turística que se ha generado en torno al paisaje de las dunas de Maspalomas.

La propuesta para la plaza de El Tablero trata de resolver los condicionantes que se le plantean, mediante una geometría sencilla, que sea capaz de solventarlos sin comprometer el mayor grado de flexibilidad del espacio. Pero a la vez tratar de reflejar el paisaje natural, agrícola y social donde se ubica.

La plaza queda estructurada con dos elementos, traducidos a su vez en materiales, cada uno con diferentes cometidos:

• Uno, con referencias más tradicionales, conforma el marco y define la estructura de la plaza. Al excavar ligeramente, obtenemos hacia el lado opuesto a la Iglesia, el desnivel necesario para crear una tarima adecuada para uso de escenario, así como graderíos laterales para uso cotidiano, o en cualquier evento. Quizás este espacio de escenario pueda convertirse en terrazas desde donde contemplar y generar actividad en esta plaza de generosas dimensiones.
• Y otro, el espacio central de la misma, que sin dejar de ser un espacio libre, flexible y lúdico, trate de aportar un valor añadido, más vinculado al paisaje que le rodea. El núcleo de El Tablero se originó vinculado a la actividad agrícola que se desarrolló en la zona, antes de la llegada del turismo. Queremos mantener vivo este paisaje, del que aún quedan vestigios, en la plaza y en la memoria de la población. Líneas de sorriba fruto del despedregado, bancales y como no, las dunas, se dibujan en el pavimento. El Tablero como bisagra entre ambos paisajes, el rural y el turístico.

Con estos dos mismos materiales, se construyen los nuevos equipamientos, que tratan así de integrarse en el diseño de la plaza. Uno de ellos, el situado el norte junto al escenario supone una nueva edificación, que integra dos pequeños vestuarios y un almacén, como complemento al uso de escenario. En el extremo sur de la plaza, se realiza una doble fachada, para integrar con la intervención los baños públicos y almacén existentes.

Respecto a la vegetación, se mantienen las laureles existentes como árboles de sombra y solo añade algunas palmeras puntuales y vegetación autóctona, de bajo consumo hidríco, que contribuya a general este nuevo paisaje. En el área sur, se trasplanta el olivo existente, para darle un mayor valor simbólico y liberar la nueva franja de uso para plantar arboles de sombra

Localización: