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Memoria

El proyecto nace de la necesidad de recuperar y ampliar una antigua vivienda entre medianeras situada en segunda línea de playa. Como la mayoría de las construcciones de la zona, la casa original está compuesta por una fachada estrecha y profunda, donde la oscuridad y la falta de espacio son las notas predominantes.

La intervención, además de ampliar una planta más, propone recrear la luz y el espacio de la playa de Salinetas, situada a escasos metros, en el interior de la vivienda.

Es por ello que se horada y vacía, creando un eje vertical como nexo de unión de las distintas estancias, culminado con una cubierta de vidrio, que además de dotar de una luz infinita a toda la vivienda, permite la observación de las estrellas durante la noche.

Un sistema de pasarelas comunica los dormitorios en las plantas altas. En la primera planta, se recrea un espacio comedor elevado, donde se realiza la vida de la vivienda, disfrutando del cielo a través del techo de vidrio. El espacio contiguo, más cerrado y acogedor recibe el salón dominado por una gran pantalla de televisión.

La cocina, independiente, abierta al exterior, se aisla del resto de la vivienda.

Un jardín vertical transmite aire y naturaleza, conectando las distintas plantas a través del gran eje vertical.

La cubierta se culmina con una pequeña terraza con vistas al mar.

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